viernes, 24 de agosto de 2012

#Palhunger: ¿Por qué siguen siendo invisibles los presos palestinos en huelga de hambre?

Cuando uno se da cuenta de que Mahatma Gandhi sacudió al Imperio Británico con una serie de huelgas de hambre, ninguna de las cuales duró más de 21 días, resulta vergonzoso que unos presos palestinos en huelga de hambre, en algunos casos desde diciembre, sigan mostrando su enorme valor al rechazar la comida por periodos que van entre 40 y más de 90 días, y los medios de comunicación no informen de esta proeza y las principales instituciones internacionales lo ignoren.

 Fuente: Richard Falk, Richardfalk.wordpress.com / Rebelión (Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.)


Los últimos palestinos que han suscitado la preocupación de los palestinos porque sus huelgas de hambre les han llevado a las puertas de la muerte son Hassan Safadi y Samer Al-Barq. Ambos habían puesto fin a sendas huelgas anteriores porque se les prometió ser liberados según un acuerdo mediado por Egipto y anunciado el 14 de mayo de 2012, y que después Israel no implementó. Tres respetadas organizaciones de derechos humanos que tienen un largo y honroso historial de investigar las condiciones de las cárceles israelíes emitieron una declaración hace unos días expresando su “grave preocupación” por las condición médicas en las que están estos dos hombres y su “indignación extrema” por el trato que están recibiendo del Servicio Israelí de Prisiones.

Por ejemplo [la asociación palestina en defensa de los derechos de los presos políticos] Addameer y Médicos por los Derechos Humanos han informado de que Hassan Safadi, que se encuentra en el día 59 de una segunda huelga de hambre y que previamente ayunó 71 días después de que se firmara el acuerdo de liberarlo, padece problemas renales, una debilidad extrema, una grave pérdida de peso, dolor de cabeza, mareos y tiene dificultades para permanecer de pie. Para los médicos es bien sabido que al cabo de 45 días de huelga de hambre aparece un grave riesgo de fallos cardiovasculares.
Además de los padecimientos físicos de una prolongada huelga de hambre, el Servicio Israelí de Prisiones deliberadamente empeora la situación a la que se enfrentan estas personas en huelga de hambre de un modo que ha sido descrito correctamente como castigo cruel y degradante, que coincide con la definición internacional de tortura. Por ejemplo, se castiga en aislamiento a las personas en huelga de hambre o se les obliga a permanecer en presencia de otros presos o guardas que no están en huelga de hambre para que los hostiguen disfrutando de la comida. Otra forma añadida de tensión es darles falsas esperanzas de ser liberados y después defraudar estas expectativas sin argumento alguno. Estos dos presos han estado y están en detención administrativa, que supone que se ocultan pruebas y la ausencia de cargos criminales. La escrupulosa organización de derechos humanos israelí B’Tselem ha escrito que el uso de la detención administrativa es una violación del derecho internacional a menos que se limite a casos verdaderamente excepcionales, lo que no es el caso, como atestigua hasta la prensa israelí. La experiencia que ha tenido Hassan Safadi de la detención administrativa es un buen ejemplo de cómo la utilizan las autoridades de la ocupación israelí. Inicialmente su detención administrativa fue unida a su detención cuando era un niño de 16 años y desde entonces ha cumplido varios periodos en prisión sin acusaciones ni juicio, y con unos bien documentados informes de abusos, hasta acumular un total de diez años, lo que significa que en sus 34 años de vida ha pasado una parte considerable de esta entre rejas sobre la base de que era una supuesta amenaza para la seguridad [de Israel], pero sin tener ninguna oportunidad de un elemental juicio debido para contrarrestar las pruebas, defender la presunción de inocencia y hacer frente a las acusaciones. Recientemente Amnistía Internacional ha vuelto a pedir un investigación internacional sobre el trato que reciben los presos palestinos y que asegure que no se castiga a los presos palestino por haber recurrido a huelgas de hambre.

El importante recordar el contexto de las huelgas de hambre. El emprender una exige una gran determinación de la que carecemos la mayoría de nosotros, y un compromiso interno extraordinariamente fuerte que une la vida y la muerte en una poderosa unidad casi mística. No es de extrañar que los huelguistas de hambre palestinos se hayan inspirado en Declaración de Huelguistas de Hambre de la Plaza de Tianamen de 1989: “No buscamos la muerte, sino la verdadera vida”. Los diez huelguistas de hambre del IRA dirigidos por Bobby Sands que murieron en 1981 en la cárcel de Maze en Irlanda del Norte cambiaron el enfoque que el gobierno británico tenía del conflicto, lo que llevó a establecer por fin un verdadero proceso de paz cuyo momento más importante fue el Acuerdo de Viernes Santo que puso fin a la violencia. Los huelgas de hambre de esta profundidad envían una señal de desesperación que solo puede ser ignorada por medio de una movilización de insensibilidad moral que genera una condición que se sitúa entre lo que los psicólogos llaman la “negación” y otras personas describen como “aturdimiento moral”.
Así pues, ¿por qué los medios de comunicación del mundo han ignorado a los presos palestinos en huelga de hambre? ¿Debemos concluir que para Occidente solo vale la pena informar de la violencia palestina?

¿Tienen que morir los presos palestinos en huelga de hambre para que sus actos sean noticia? ¿Por qué se concede tanta atención a los derechos humanos en cualquier otra parte del mundo y tan poca a la lucha palestina que se supone implica a las Naciones Unidas y es la base de gran parte del conflicto en Oriente Próximo? Aparte de unos pocos blogs en internet y de la página web The Electric Intifada, existe un bloqueo mediático de estas huelgas más recientes, lo que confirma una vez más la política de invisibilidad cuando se trata de las víctimas palestinas.

Al fin y al cabo, las Naciones Unidas (un tanto desacertadamente) es uno de los cuatro integrantes del Cuarteto (junto con Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea) que ha establecido la hoja de ruta que se supone va a llevar a la paz, con lo que debería exhibir alguna responsabilidad especial por esta alteración de la normalidad en el trato dado a los presos palestinos en las cárceles israelíes. Addameer, al-Haq y Médicos por los Derechos Humanos-Israel han pedido a los tres actores internacionales (el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, la Unión Europea y las Altas Partes Contratantes de la Cuarta Convención de Ginebra) que hagan algo al respecto, como mínimo enviando misiones de investigación y elaborando informes. ¿Es demasiado esperar algún tipo de respuesta? No esperamos que el gobierno de Estados Unidos, tan parcial en todos los aspectos del conflicto, alce la voz a pesar de sus protestas preocupado por los derechos humanos en gran cantidad de países y a pesar de las casi olvidadas promesas del presidente Obama hechas en su discurso de junio de 2009 en El Cairo de entender el sufrimiento del pueblo palestino y de iniciar una nueva página en la política sobre Oriente Próximo.

Desde que empecé a seguir esta serie de huelgas de hambre a lo largo de estos últimos meses, empezando por Khader Adnan y Hana Shalabi en diciembre de 2011, me ha conmovido profundamente la constantemente alta calidad humana de estas personas en huelga de hambre expresada a través de sus declaraciones e interacciones con sus familiares y el público. Sus palabras de lealtad y de cariñosa solidaridad tienen una autenticidad que solo se asocia con sentimientos raramente expresados excepto en situaciones extremas en las que está en peligro la propia vida. Este lenguaje tierno, la ausencia de odio y de amargura, y un tono de profundo amor y entrega es lo que hace que estas declaraciones hechas desde el corazón sean tan persuasivas. Me parece que estos sentimientos elevan el espíritu. Estas palabras merecen ser difundidas tanto como sea posible para que se entienda mejor lo que se está perdiendo a través de esta larga noche del alma que padece el pueblo palestino. Sin lugar a dudas está implícita la política de la lucha, pero los sentimientos que se expresan son profundamente políticos a la vez que están por encima de la política.

Solo puedo esperar que escritores, poetas, cantantes y periodistas informados y sensibles, especialmente palestinos, que comparten mi punto de vista sobre estas personas en huelga de hambre harán todo lo posible para transmitir al mundo el significado de estas indagaciones en el interior de la política de no violencia. Son relatos que merecen ser contados en su totalidad quizá por medio de entrevistas o a través de series de relatos biográficos, de poemas, pinturas y canciones, pero hay que relatarlos en el mismo espíritu de amor, empatía, solidaridad y urgencia que anima las palabras de los y las palestinas en huelga de hambre.

Reproduzco a continuación un ejemplo de lo que he tratado de expresar: una carta de Hassan Safadi a su madre escrita durante su actual huelga de hambre y publicada el 30 de julio de 2012 en The Electric Intifada*, traducida [del inglés] al árabe por la bloguera palestina Linah Alsaafin, la cual añadió un emocionante comentario que es un paso en la dirección que estoy fomentando:
“En primer lugar, quiero darte las gracias, querida madre, por tu maravillosa carta, cada palabra de la cual ha penetrado en mi corazón y me ha sumido en la felicidad, el amor y la ternura. Estoy bendecido por tener una madre como tú. Por favor, da las gracias a todas las personas solidarias conmigo y que rezan por mí.

Lo que ha aumentado mi felicidad y satisfacción es que escribieras que llevas orgullosamente alta la cabeza debido a mí… Espero que lleves siempre la cabeza bien alta, lo mismo que el ánimo, querida madre. Por lo que se refiere a que estás esperando que me liberen, te recuerdo, madre, que somos creyentes.

Estamos esperando la clemencia de Dios con paciencia…como contó las palabras de Dios el profeta Mahoma, "Soy como cree mi esclavo…". Mientras esperas que sea liberado, piensa positivamente y Dios mediante, Este no te abandonará ni a ti ni tu trabajo, ni defraudará tus expectativas.
Gracias a Dios, tengo una madre como tú, una creyente paciente que reza por mí desde lo más profundo de su corazón y te agradezco, querida madre, la preciosa canción que escribiste para alegrarme el corazón al leer su texto.

Enhorabuena por los mellizos de Nelli [su hermana] … Ruego a Dios que formen parte de los musulmanes y del Islam, y que reciban la mejor educación y que su época sea mejor que la nuestra.
Saluda a Abu Jamal y agradécele todo lo que ha hecho, y saluda a Ayah y Amir, y diles que los echo de menos; saluda a todos los que pregunten por mí y reza por ellos.
¡Qué bonita es la última frase de tu carta!: "Dios está contigo, Él puede protegerte y cuidar de ti…Te dejo en Sus seguras manos".
Por favor, madre, reza siempre por mí utilizando estas palabras, especialmente en el mes de Ramadán, ¡felices fiestas!.
Tu hijo”.
* “Please mother, always pray for me”: Hassan Safadi still on hunger strike after Israel breaks deal

Fuente original: Palestinian Hunger Strikes: Why Still Invisible?


  

miércoles, 15 de agosto de 2012

El Centre Badil presenta el video: Umm Fagarah

El Centre Badil és un espai de recerca i difusió de la situació dels refugiats i de la seva història...La Nakba continua...

Podeu veure el video a:

 http://www.ongoingnakba.org/en/west-bank/jordan-valley/umm-fagarah/umm-fagarah-video.html

La situación y la lucha de las mujeres palestinas

Hanady Muhiar*
Domingo 12 de agosto de 2012, por Revista Pueblos

La ideología sionista, que motiva la creación y formación del Estado de Israel sobre la histórica Palestina y la posterior ocupación de Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza, se asienta sobre dos pilares que van a determinar el devenir de la realidad que viven las poblaciones que habitan este territorio, y, por ende, la realidad de sus mujeres.

Estos dos pilares, el exclusivismo religioso y el expansionismo territorial y económico, ya en su definición contienen de manera implícita elementos contrarios al derecho. Sin embargo, será la aplicación práctica de estas dos ideas la que pondrá en evidencia de manera explícita estos elementos, que incluyen la discriminación y la opresión del otro, la segregación y la separación y, progresivamente, la expulsión forzosa y la limpieza étnica de todo un pueblo, el palestino.
Si bien es verdad que las mujeres de todo el mundo han de enfrentarse diariamente a situaciones de discriminación y opresión por razones de género, las mujeres palestinas, en este contexto, han tenido que moverse con mucha inteligencia entre dos tipos de reivindicación, la de sus derechos sociales como mujeres y la de sus derechos nacionales como palestinas, conscientes de que sin la participación del 50 por ciento de la población, la femenina, cualquier éxito en la lucha nacional es imposible.
Esta lucha de las mujeres, viva desde la primera mitad del siglo XX, ha tenido que adaptarse a las diferentes realidades de cada momento, normalmente tendiendo a priorizar la lucha política en detrimento de la de los derechos de las mujeres, subyugando esta última a la primera, sin anularla.

La lucha política

Cuando en 1917 se hace pública la Declaración Balfour, nadie se podía imaginar lo que iba a pasar. La promesa recogida en la misma culminaría en la partición del territorio en 1947, en la creación del nuevo Estado de Israel y en la guerra, en 1948. El establecimiento de las líneas de armisticio al concluir la guerra tendrían como resultado la pérdida del 78 por ciento del territorio que comprendía la Palestina histórica y la expulsión forzosa de aproximadamente el 65 por ciento de la población al 22 por ciento del territorio restante (las actuales Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza) y a los países vecinos, creando el caso de población refugiada más antiguo de la historia, todavía sin resolución. Las mujeres de la clase pudiente y educada, al ver cómo se empezaba a discriminar a su pueblo en favor de un proyecto colonial al servicio de los intereses de las potencias internacionales de aquel momento (Reino Unido y Francia), en 1929 se posicionan políticamente.

GIF - 63.5 KB
Fotografía: Carlos Barbudo (flickr.com).














Ese mismo año deciden celebrar un Congreso de Mujeres Árabes con objetivos estrictamente políticos. El movimiento de mujeres palestinas de aquel entonces estuvo marcado por la lucha nacional, siendo un movimiento principalmente nacionalista, de clase, preventivo y diplomático. El Congreso de Mujeres Árabes de 1929, celebrado en Jerusalén, se considera la primera vez en que la mujer palestina pasa de ser un actor centrado en mantener y cultivar el tejido social, a ser un actor político principal. Marca el comienzo del activismo político de las mujeres palestinas.

Con la tragedia de 1948 llegó el exilio, la pérdida de la tierra, de los hogares, la fragmentación y separación de las familias, la catástrofe, la Nakba y, con ella, se popularizará la lucha nacional. La situación de emergencia obligará a todos los estratos de la sociedad palestina a organizarse de manera colectiva. Mujeres, estudiantes, profesores, profesionales de la salud, periodistas, intelectuales, campesinos y campesinas, empiezan a crear los cimientos de un movimiento popular que se consolidará con la ocupación de Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza en 1967.
Resultado de ello es la creación de numerosos sindicatos, entre ellos el de Mujeres. La General Union of Palestinian Women, fundada en 1965, pasará a ser uno de los agentes movilizadores del pueblo palestino (tanto en el interior como en el exilio), conseguirá vencer muchos de los obstáculos impuestos por una sociedad tradicional y patriarcal y logrará convencer incluso a los más conservadores de que no se puede resistir, luchar y conseguir objetivos políticos si se margina a la mitad de la población. Sin embargo, a pesar de los logros, las mujeres ven que no dejan de ser un instrumento más al servicio de la lucha nacional, lo que a su vez las convierte en un objetivo más vulnerable en manos de los abusos del opresor israelí, que instrumentaliza desde un principio las tradiciones y la inequidad de género en beneficio de sus propios intereses.

La lucha feminista

Al darse cuenta de las actitudes de sus camaradas masculinos en las filas de los partidos, las mujeres temen, una vez concluida la lucha, volver a ser relegadas al espacio de lo privado y lo tradicional. Conscientes de esta situación, a finales de los años 70 y comienzos de los 80, las palestinas comienzan a dar el peso que se merece a sus derechos como mujeres. Crean cuatro comités, cada uno de ellos afiliado a una facción política, con el objetivo de tratar las cuestiones de las féminas de manera explícita y se suman a la lucha de las mujeres de todo el mundo contra la inequidad de género, la violencia contra las mujeres y la discriminación. Al participar en numerosos encuentros feministas globalmente, internacionalizan la situación particular en la que se encuentran tanto ellas como su pueblo, y se convierten en las embajadoras de la cuestión palestina a nivel internacional en espacios diferentes a los que tradicionalmente se habían relegado los conflictos.

La popularización de la lucha nacional y los pasos dados por el movimiento de mujeres palestinas darían como resultado el primer levantamiento popular homogéneo, coordinado y organizado de la lucha palestina, la Intifada de 1987. Mujeres y hombres participaron mano a mano en la reivindicación de sus derechos inalienables. Parecía que los obstáculos para las mujeres habían ido desapareciendo.
Sin embargo, la Intifada se apagó en 1991 con el comienzo del Proceso de Paz, eclipsada por lo que se ha llamado el “síndrome de Oslo”. La ilusión y la esperanza de que el proceso de paz por fin iba a dar respuestas y soluciones a una tragedia que duraba ya demasiado tiempo, animó también a las mujeres palestinas, sobre todo las más jóvenes, a creer que estaban en igualdad de condiciones con los hombres y que accederían sin ningún problema a puestos típicamente masculinos. Sentían que formarían parte activa del futuro Estado Palestino. Pero cuando tan sólo cuatro mujeres fueron nombradas entre los más de 300 puestos creados para participar en los comités técnicos que articularían el proceso iniciado en 1991, las mujeres se dieron cuenta de que su realidad seguía siendo otra.

Mujeres palestinas, que hasta entonces habían dado prioridad a la lucha nacional por encima de la lucha por sus derechos, empiezan a crear espacios dedicados a ellas mismas: centros de estudios especializados en mujeres, organizaciones de mujeres estrictamente feministas y un comité técnico especifico, el Women’s Affairs Technical Committee, que tendría la función de demandar la incorporación de una perspectiva de género en el proceso de paz y la de definir, diseñar y proponer una Agenda Nacional de Mujeres. Por fin, crean los espacios necesarios en los que poder tratar las cuestiones de género y de las mujeres de manera concreta. A pesar de las dificultades, tienen la posibilidad de definir y proponer de qué manera deberían estar recogidos sus derechos como mujeres en el futuro Estado.

Resultado de ello, en febrero del año 2000, el Consejo Nacional Palestino expone y aprueba la siguiente resolución: “Basado en el documento de la Declaración de Independencia, y en el pionero papel de la mujer palestina en nuestra lucha social y nacional, el Consejo Nacional Palestino decide trabajar para fortalecer el papel de la mujer palestina en todos los ámbitos del trabajo nacional y extender la participación de la mujer a todos los departamentos de toma de decisiones”.
Sin embargo, ese mismo año, cuando los primeros logros de las mujeres se hacen visibles, se pone en evidencia que el proceso de paz había sido un espejismo.
En el momento en el que se debían poner sobre la mesa de negociación las cuestiones clave (fronteras, refugiados y Jerusalén Este), Israel necesitaba provocar una crisis de tal magnitud que imposibilitara hablar de ningún proceso de paz y mucho menos de esas cuestiones clave. Esa crisis es la conocida como Segunda Intifada. Esta vez no era un levantamiento popular organizado, sino una nueva agresión israelí contra el pueblo palestino.

El proceso de paz había favorecido los criterios de seguridad sobre los derechos y, en lugar de promover la del pueblo palestino, consolidó un sistema de colonización, ocupación y segregación contrario a la consecución de esos derechos, que no ha hecho más que fortalecer el exclusivismo y el expansionismo sionistas.

La Segunda Intifada supuso la continuación de la anexión de territorio por parte de Israel más allá de la línea de armisticio de 1948, fortalecida con la construcción de un muro de aproximadamente 708 km de largo que separa a palestinos de palestinos, por la rápida expansión de las colonias, por un sistema segregado de carreteras y por la creación de alrededor de medio millar de controles militares a lo largo de todo el territorio ocupado, fragmentando Cisjordania en guetos y reduciendo la tierra disponible para la población palestina a menos de un diez por ciento del territorio original.

La creciente discriminación legal dentro del Estado de Israel hacia sus habitantes palestinos; el uso de medidas urbanísticas para la reducción de los derechos de residencia de la población palestina que habita los territorios anexionados; las deportaciones ilegales, las detenciones arbitrarias; las restricciones constantes a las medidas de reunificación familiar entre los palestinos que residen en Israel y aquellos que viven en territorio ocupado, o entre aquellos que viven en el territorio anexionado y el ocupado; las estrictas restricciones a la libertad de movimiento; la violencia indiscriminada tanto del ejército de ocupación israelí como de los colonos, tienen como consecuencia el recurrente desplazamiento interno y la expulsión forzosa de la población palestina.

La política de cierres impuesta sobre ya antes de Oslo, se consolida con el proceso de paz. El actual bloqueo, cierre, embargo y aislamiento de Gaza del resto del territorio palestino, cercada por completo por un muro y sometida a ataques y violencia constantes han tenido como resultado la destrucción masiva del territorio, sus estructuras, y en el desplazamiento interno forzoso y constante de la población (entre 80.000 y 90.000 personas tan solo en la operación “Plomo Fundido” de 2008-2009).

Más de dos décadas después del proceso de paz iniciado en Madrid, y con él la esperanza colectiva compartida de que el fin del conflicto palestino-israelí estaba a la vista, los palestinos y las palestinas viven hoy en un territorio fragmentado, marcado por la opresión y dominado por políticas racistas y la negación del ejercicio de sus derechos fundamentales individuales y colectivos. El fracaso de la vía de negociación ha dejado a millones de palestinos y palestinas, dentro y fuera de los territorios palestinos ocupados, sin posibilidad de ejercer sus derechos fundamentales individuales y colectivos.

En estas condiciones, las mujeres, como parte del pueblo palestino, se han visto obligadas a afrontar otra situación de emergencia y a anteponer, de nuevo, la supervivencia y la lucha nacional por encima de sus derechos. Si en condiciones normales es ya difícil la consecución de los derechos de las mujeres, en esta situación extraordinaria en la que la existencia del pueblo palestino se encuentra amenazada constantemente, se hace todavía mucho más difícil, si no imposible.

Israel, como potencia ocupante, es el único responsable para poner fin a la situación actual. La comunidad internacional ha optado por ser condescendiente con Israel y, como tal, comparte la responsabilidad sobre las violaciones de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario que se están llevando a cabo sobre la población palestina.

*Hanady Muhiar, ACSUR-Las Segovias Palestina.
 
Pots trobar aquest article a:  http://www.revistapueblos.org/spip.php?article2481

martes, 7 de agosto de 2012

I CONFERENCIA ESTATAL POR EL BOICOT, DESINVERSIONES Y SANCIONES (BDS) CONTRA EL APARTHEID ISRAELÍ

I CONFERENCIA ESTATAL POR EL BOICOT, DESINVERSIONES
Y SANCIONES (BDS) CONTRA EL APARTHEID ISRAELÍ
AYER SUDÁFRICA, HOY PALESTINA”
-Barcelona, 19, 20 y 21 de octubre de 2012-

Dada la pasividad política internacional ante los crímenes israelíes y el fracaso continuado de las “negociaciones de paz”, el 9 de julio de 2005 más de 160 organizaciones palestinas lanzaron el Llamamiento de la Sociedad Civil Palestina al Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra el Estado de Israel hasta que éste cumpla con el Derecho Internacional y respete los principios universales de los Derechos Humanos [1]. El Llamamiento se inspiró en la lucha de los Sudafricanos contra el apartheid, y tomó como referencia la exitosa campaña internacional de BDS que se llevó a cabo contra ese régimen racista.

El Llamamiento exhorta a la comunidad internacional a implementar una Campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra Israel hasta que este Estado cumpla tres demandas básicas: 1/ acabe la ocupación y colonización de todas las tierras árabes y desmantele el Muro; 2/ reconozca los derechos fundamentales de los ciudadanos árabe-palestinos de Israel a la plena igualdad; y 3/ respete, proteja y promueva el derecho de los refugiados palestinos al retorno a sus hogares y propiedades tal como estipula la resolución 194 de las Naciones Unidas.

El movimiento internacional por el BDS no hace más que exigir, de forma no-violenta, el cumplimiento del Derecho Internacional y de los principios universales de los Derechos Humanos en Palestina, que han sido sistemáticamente ignorados por el Estado sionista hasta la actualidad, con la complicidad de la comunidad internacional.

Siete años después de su lanzamiento, la Campaña de BDS goza de un apoyo masivo por parte de la sociedad palestina; a nivel internacional se han formado decenas de grupos locales, regionales y estatales de BDS en lugares tan distantes como Marruecos, Chile, Estados Unidos, India, Sudáfrica, Islandia e incluso dentro del propio Israel. La lista de victorias obtenidas por el BDS no para de crecer [2]: se dejan de vender productos israelíes a petición de los consumidores; artistas e intelectuales manifiestan públicamente su negativa a trabajar en Israel; fondos de pensiones retiran sus activos de empresas implicadas en la ocupación israelí; universidades rompen sus acuerdos de colaboración con universidades israelíes, etc.

El impacto de la Campaña de BDS queda demostrada por las reacciones desproporcionadas y anti-democráticas del Gobierno israelí, que aprobó en 2011 una “ley anti-boicot” para criminalizar y castigar con sanciones económicas y hasta la cárcel a quienes promuevan el BDS [3].

La difusión y consolidación de la Campaña de BDS en el Estado español ha ido en aumento durante los últimos años, como resultado de la creación y puesta en marcha de grupos locales de BDS, la mayor parte de ellos articulados a través de la RESCOP -Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina- [4], que agrupa a 36 organizaciones del Estado. Con el fin de dar un nuevo impulso a esta Campaña, Barcelona acogerá los días 19, 20 y 21 de octubre la I Conferencia Estatal por el Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra el Apartheid Israelí “Ayer Sudáfrica, hoy Palestina”. La Conferencia buscará dar a conocer la Campaña al conjunto de la sociedad, y al mismo tiempo ofrecer a los grupos de solidaridad con Palestina un espacio de trabajo, reflexión, coordinación e intercambio que permita reforzar la eficacia del movimiento por el BDS. La Conferencia contará con la presencia de tres ponentes de renombre internacional -una palestina (la poeta y activista Rafeef Ziadah), un israelí (el historiador Ilan Pappe) y un sudafricano (un sindicalista pendiente de confirmación)- que desde sus perspectivas particulares expondrán la necesidad y la urgencia de implementar la Campaña de BDS contra el apartheid israelí.

Llamamos a participar en la Conferencia a todas las personas y organizaciones interesadas y pedimos al conjunto de la sociedad civil (ONG, sindicatos, universidades, partidos políticos, etc.) su respaldo explícito a la Campaña de BDS, ya que la unidad en torno al cumplimiento del Derecho Internacional y de los Derechos Humanos es fundamental para lograr una paz justa en Palestina.

Barcelona, 9 de junio de 2012

Text extret de la web:  http://conferenciabds.wordpress.com/

domingo, 5 de agosto de 2012

Canal Arnulba PALESTINA LLIURE

Fa poc hem trobat a youtube el canal Arnulba, un espai amb videos, documentals, notícies, etc., ens ha semblat molt interessant, aquí us passem l'enllaç, esperem que us agradi!!

http://www.youtube.com/user/ARNULBA/videos?sort=dd&view=0&page=1