El Gobierno de Israel aplica la edad penal para los palestinos a los 12 años. Además, los niños pueden llegar a estar en prisión hasta cinco años por tirar piedras.
Teresa Lamas / Cisjordania (Palestina)
Martes 4 de septiembre de 2012. Número 180
- Foto: Michael Loadenthal
- CISJORDANIA. El arresto de los menores tiene especial incidencia en las zonas donde hay asentamientos.
Cada año, entre 500 y 700 niños palestinos de Cisjordania son arrestados e interrogados por las fuerzas israelíes, antes de ser juzgados en juicios militares. La mayor parte están acusados de tirar piedras. Desde el 2000, alrededor de 7.500 menores palestinos, a partir de los 12 años, han sido detenidos y juzgados por este sistema judicial. En la actualidad, un total 210 niños y una niña están presos en Israel, 34 son menores de 16 años, según el informe elaborado por la organización Defence for Children Internacional.
Dos varas de medir
Israel aplica dos sistemas legales diferentes, dependiendo de la nacionalidad de la persona acusada. En Cisjordania y Gaza se aplica el sistema penal militar, mientras que en los territorios del 48 [ocupados ese año] y Jerusalén se aplica el sistema civil. Los colonos, que viven en asentamientos ilegales dentro de Cisjordania, son juzgados bajo el sistema civil. Por poner algunos ejemplos, bajo este sistema, el tiempo máximo de detención sin ver a un abogado es de 48 horas, en cambio en el sistema militar son 90 días. El periodo entre la imputación de cargos y el juicio son seis meses para los israelíes, frente a dos años para los palestinos de Cisjordania.
Hasta 2011, las leyes israelíes consideraban los 16 años la mayoría de edad de los palestinos, frente a los 18 establecidos para los israelíes. Después de 53 años de aplicar estas leyes y gracias a la presión de organizaciones de derechos humanos, la ley cambió. Asimismo, las autoridades israelíes crearon un Tribunal Juvenil especial para juzgar a menores palestinos.
Según afirma Ayed Abu Eqtaish, de Defence for Children International: “En la práctica, hay pocas mejoras en el tratamiento a los niños. Aunque hayan aumentado la mayoría de edad, no cambian los procedimientos de arresto, el interrogatorio ni las sentencias. El único cambio es que los menores no son llevados a juicio junto con los adultos. Se trata de una estrategia para limpiar la imagen de Israel”.
La edad de responsabilidad penal para los palestinos son los 12 años. La pena máxima que se puede imponer a un menor de 12 o 13 años es de seis meses. Si tiene 14 o 15, dependiendo de la gravedad de la acusación, las penas oscilan entre 12 meses y cinco años. Para los de 16 y 17 se establecen las mismas previsiones que para los adultos. La condena por tirar piedras es de diez años si las piedras van dirigidas a personas o propiedades y 20 si van dirigidas a un vehículo.
Según informa la organización Addameer, de apoyo a los presos palestinos, que lleva años documentando sobre el terreno los abusos a presos, en la práctica de detención militar, los soldados armados entran en la casa de los menores de madrugada para arrestarlos. Les vendan los ojos, les esposan las manos a la espalda y los ponen en la parte trasera de un vehículo militar, para transportarlos al centro de detención e interrogatorios. Es raro que los soldados informen a los padres del motivo de la detención o de adónde llevan a su hijo o hija.
“El proceso de arresto y transporte a los centros de detención, localizados frecuentemente en asentamientos, está acompañado de abuso físico y verbal”, afirman fuentes de Addameer. Al llegar al centro de detención, los niños son interrogados en ausencia de un abogado o miembro de la familia, sin que exista una grabación de video del interrogatorio, un derecho garantizados para los menores israelíes. Del mismo modo, a pocos menores se les informa en el momento del arresto, o antes de ser interrogados, de su derecho a permanecer en silencio. “Durante el interrogatorio, los niños suelen ser amenazados y agredidos físicamente, lo que resulta en confesiones bajo tortura y la firma de documentos en hebreo, idioma que no entienden”, según informa el abogado de Defence for Children Internacional.
‘Reclutar’ a los menores
El informe de esta organización también detalla que durante el interrogatorio se intenta reclutar a los menores para que trabajen para los agentes israelíes como informadores. Esto implica una combinación entre incentivos y amenazas: una rápida liberación, dinero a cambio de información o amenazar al menor con encarcelarlo si no se convierte en informador.
Los niños forman parte de los presos políticos palestinos encarcelados por Israel. Según la organización de ayuda a los presos palestinos Addameer, actualmente hay un total de 4.660 presos políticos palestinos en Israel. 250 cumplen detenciones administrativas, es decir, están presos sin cargos ni juicio. De ellos, 14 son del Consejo Legislativo Palestino. Los presos Hassan Safadi, Samer Al-Barq, Ayman Sharawna y Samer Al- Issawi continúan en huelga de hambre tras incumplirse los acuerdos por parte de Israel, que pusieron fin a la huelga masiva iniciada en mayo de este año, y que se prolongó durante casi dos meses, de 1.500 presos palestinos en cárceles de Israel.
LA TORTURA A LOS MENORES PALESTINOS ES HABITUAL TRAS SU DETENCIÓN
“El arresto de niños palestinos por Israel tiene mayor incidencia en lugares en los que hay asentamientos en expansión o donde se está construyendo el muro”, ya que los palestinos ven a diario cómo se transforman sus pueblos y tierras a causa de las políticas de la ocupación, relata a DIAGONAL Ayed Abu Eqtaish, de Defence for Children International.
Ese el caso de Beit Ummar, un pueblo cercano a Hebrón que sufre constantes ataques de colonos armados. Mohannad y Ala, niños palestinos de 13 y 14 años respectivamente, son chicos del pueblo que pasaron un mes en una cárcel israelí. Tras su puesta en libertad, miembros de la organización Addameer fueron a visitarles para documentar el trato recibido bajo custodia de las autoridades israelíes. Según Mohannad, en el interrogatorio le preguntaron varias veces si había tirado piedras; cada vez que decía que no, le pegaban, hasta que dijo que sí.
Según relata, “después uno de los interrogadores me preguntó: ¿Cuántas veces tiraste piedras? Una, respondí. Me agarró del cuello y la camiseta y me tiró contra la pared, así que caí al suelo. Me levantó y me pateó entre las piernas. Después repitió la pregunta, y yo respondí que una. Las preguntas y los golpes continuaron durante media hora, me causó mucho dolor, así que para acabar con todo eso le dije que había tirado piedras dos veces”. Ala también sufrió maltrato y amenazas durante el interrogatorio: “el soldado me dijo que si no confesaba me despidiera de mi amigo Mohannad, porque iba a dejarme caer desde un tercer piso”.
Un reciente informe de Save the Children asegura que los menores víctimas de violencia bajo custodia de los israelíes sufren efectos postraumáticos como aislamiento, insomnio, ansiedad, baja autoestima, comportamiento antisocial, estrés, sentimiento de culpa, inseguridad y dificultades de comunicación, entre otros síntomas. Además, según Defence for Children International, de las tres cárceles en las que se encuentran recluidos los menores, sólo una tiene acceso a programas educativos, aunque estos son insuficientes y de baja calidad.
Por su parte, Ayed Abu concluye: “Los israelíes quieren reprimir a los palestinos para que acaten la realidad de la ocupación”.
Text extret de diagonal.net
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